Llega un nuevo año, y con él nuevos propósitos educativos. ¿Qué os parece si nos planteamos incorporar asambleas en el aula?
La escuela como espacio de aprendizaje y convivencia diaria es un contexto especialmente apropiado para que los estudiantes aprendan un modelo de participación democrática.
Utilizar estrategias didácticas donde alumnos desde muy pequeños puedan aprender a comunicarse eficazmente, interactuar con sus compañeros y otros adultos, participar en la solución de problemas cotidianos y desarrollar proyectos que contribuyan al bienestar colectivo, beneficia el clima de aula y desarrolla competencias.
López Melero, en el proyecto Roma, define la asamblea como “una estrategia metodológica donde se construye cooperativamente el aprendizaje y donde se socializa el mismo; pero también es el momento donde nacen los interrogantes y las hipótesis de trabajo posterior“.
La asamblea, debería incorporarse más frecuentemente en las aulas, como un espacio para el entendimiento. Donde se pueden resolver conflictos, sí, pero en esencia es un espacio para confrontar puntos de vista diferentes de un modo natural.
Si buscamos “asamblea en el aula” en google, nos ofrece numerosas experiencias de asambleas en infantil. En esta etapa, es una técnica grupal frecuente, pero ¿en primaria y secundaria?. Se considera algo novedoso o extraño, sobre todo porque “no hay tiempo, con tanto curriculum…”(frase frecuente cuando planteamos a los docentes su incorporación)
Lo sorprendente es que si se incorporara la asamblea en las aulas de manera sistemática, con una participación activa del alumnado, donde el profesor se incorporara como uno más, con el deseo de cooperar y de participar- y no de imponer su criterio-, estamos desarrollando muchas de las competencias y estándares de evaluación del currículo, entre ellas, competencias sociales, ciudadanas, emocionales, solución de problemas de la vida cotidiana, lingüísticas, el pensamiento crítico y la argumentación.
Los paradigmas emergentes se centran en el alumno, más concretamente en el aprendizaje. Valoran la participación, la colaboración, el trabajo de equipo y la resolución de conflictos, como habilidades para el ciudadano del siglo XXI, incluso la OMS, en su propuesta de habilidades para la vida menciona la comunicación asertiva, el pensamiento crítico, manejo de conflictos…
Quien vive una asamblea, repite, la mejora y se mejora.
¿Te animas con este nuevo propósito educativo?
Fuentes: