Si me paro a pensar en los profesores que me han influido de manera positiva, y en sus nombres, lo tengo claro: Celia, Raquel, Josefina, Guadalupe, Gabriel y Mauro.
Seis profesores entre los 4-17 años, es decir, ni uno por año, tras pasar 13 escolarizada en varias aulas con profesores de diferentes asignaturas, en algunos casos, y no puedo nombrar más que seis…
Esto me hace pensar seriamente en las competencias que debo cuidar como docente, qué me transmitieron, qué me enseñaron y sobre todo, ahora como profesora universitaria, cómo me gustaría que me recordaran mis alumnos.
De los profesores que he mencionado hasta ahora, recuerdo el cariño, el amor que le ponían a la enseñanza, el buen trato que tuvieron conmigo y sobre todo hacerme sentir importante, Se preocupaban por mí, por mis inquietudes o rebeldías, y no tanto por si había hecho o no, los deberes. Me preguntaban y se dirigían a mí como persona.
Una vez en la universidad, durante los 5 años de carrera universitaria, como estudiante de pedagogía (Licenciatura en Filosofía y Ciencias de la Educación) hubo varios profesores de los que aprendí mucho, entre ellos, Jesús Beltrán, Javier Tourón, Aurora Fuentes y Mercedes García, De ellos destaco:
- Su profesionalidad
- El buen trato
- El respeto
- La extremada educación
- Las críticas constructivas y formativas
- El optimismo
- Te invitaban a colaborar/participar en investigaciones
- La alegría
- La sonrisa
De Aurora y Mercedes, sólo tengo palabras de agradecimiento por su confianza y haberme impulsado a seguir mis principios educativos y a mantener la línea de investigación que ellas ya abrieron en los años 80.
En la imagen vemos tres generaciones. Fueron mis profesoras hace 22 años, mantenemos el vínculo hoy como colaboradoras y AMIGAS.
¿Cómo me recordarán mis alumnos? ¿Cómo te gustaría que te recordaran?