Cualquier programación educativa es un plan de acción, un plan a modo de proyecto, que el docente se propone en el transcurso del proceso enseñanza-aprendizaje.
La programación comienza con la profunda revisión de los objetivos educativos (tanto los propios de la asignatura como de etapa, así como su relación con las diferentes competencias clave), continúa por los contenidos, revisa las metodologías y la evaluación del proceso y resultados.
Generalmente, las programaciones didácticas se centran en “la enseñanza”: ¿Qué tengo que enseñar? y ¿Cómo lo enseño?, En la actualidad, la propuesta para el desarrollo de competencias, se basa en un modelo centrado en el alumno, el que aprende, es decir, en el “aprendizaje”. Así las preguntas más adecuadas para reflexionar serán ¿Qué deben aprender los alumnos? y ¿Cómo lo aprenden?.
Gallardo y Camacho ( 2008) definen el aprendizaje como el proceso de cambio que tiene lugar como consecuencia del estudio o de la experiencia, donde el individuo adquiere una serie de conocimientos, habilidades, destrezas, valores y actitudes que le permiten desarrollarse personal, profesional y socialmente.
Y, si además, tenemos en cuenta que las fases del aprendizaje son la recepción de la información-comprensión-retención y transferencia de lo aprendido a un contexto determinado, la planificación docente supone la revisión las metodologías utilizadas y adaptarlas al desarrollo global del ser humano.
El conjunto de competencias requiere una visión integrada y transdisciplinar, así como el desarrollo de procesos de enseñanza-aprendizaje basados en la complementariedad de métodos, tareas y el trabajo colaborativo entre los miembros de la comunidad educativa. Para el desarrollo y formación por competencias se precisa armonizar los métodos en un marco de transformación integral (Medina, 2009)
Las programaciones didácticas en este caso, van más allá de un mero trámite burocrático. Es un espacio para la reflexión docente, la revisión de objetivos, de métodos y de la recogida de evidencias que nos permitan valorar los resultados de aprendizaje. Además, es un documento que recoge la práctica educativa y las numerosas tareas que el maestro se propone para que el alumno aprenda: sepa, sepa hacer, sepa actuar y sepa ser.